Nacida en Barcelona en 1965, Mayte Martín pertenece a esa extraña categoría de artistas que no necesitan, ni quieren, sacar un disco cada dos años para sobrevivir, ni por conservar un sitio en la actualidad o en la memoria del público.
Es una de las cantaoras de mayor prestigio del panorama actual del flamenco. Posee el aval del reconocimiento de los críticos, la aquiescencia colectiva de la afición y un interesante fajo de premios. Pero el reconocimiento más extendido le llega de la mano del público, que aprecia su cante preciosista y sereno, lleno de matices.
Desde sus primeros pasos rompe moldes: nace con ella y defiende desde sus comienzo, una filosofía muy peculiar y un concepto de la profesión absolutamente transgresores dentro del ámbito del flamenco, siendo considerada por su estética artística y su discurso, pionera y puntal del denominado “flamenco catalán”, y referente importante de la nueva hornada de jóvenes flamencos.
Después de diez años aprendiendo y desarrollando sus capacidades interpretativas en entidades culturales y actos benéficos, en 1983 empieza a dedicarse profesionalmente a la música con el flamenco como principal referente, pero también descubriendo caminos propios en otras formas de expresión musical como el bolero. Empieza así a tomar forma y a manifestarse la versatilidad que la caracteriza.
Su proyección internacional comienza en 1986, al ser elegida por Peter Gabriel para representar a España en diversos festivales de músicas del mundo.
En 1987, obtiene la “Lámpara Minera”, máximo galardón del concurso nacional del Cante de las Minas y en 1989, el premio don Antonio Chacón en el XII concurso nacional de arte flamenco de Córdoba.
En 1993 conoce al pianista Tete Montoliu y tras una actuación espontánea en un jazz club, éste le propone trabajar juntos. Ofrecen algunos conciertos por Cataluña e inician una gira por Escandinavia exportando su peculiar visión del repertorio de boleros clásicos.
En 1994 presenta su primer compacto flamenco “Muy Frágil” y se incluye unos de sus temas en un CD producido por Peter Gabriel, que recopila su música favorita.
En 1996 graba junto con Tete Montoliu, su segundo disco “Free Boleros” y realiza con él una gira de presentación por España y Alemania. Obtienen meses más tarde el premio de música “altaveu” al mestizaje mediterráneo.
En 1997, el ayuntamiento de su ciudad le otorga el premio “ciutat de barcelona”.
En este mismo año es nominada a los premios de la música en la categoría de “mejor autor flamenco” por los temas de composición propia incluidos en su primer disco “muy frágil”.
Para su actuación en el Festival Grec de Barcelona de ese mismo año, escoge como artista invitada a la bailaora Belén Maya para una colaboración puntual que, más tarde, y a raíz de la expectación que dicho tándem despierta entre el público y la crítica, se convierte en una compañía estable cuyo espectáculo, original, intimista y delicado, es considerado por la prensa como el espectáculo flamenco de más calidad de los últimos años, y es reclamado en los más prestigiosos festivales de música y danza de todo el mundo: España, Estados Unidos, Colombia, Francia, Japón, etc…